• Revista Internacional de Investigación en Adicciones 2025 Vol. 11 (2)
• ISSN versión impresa: 2448-573X
• ISSN en línea: 2448-6396
• DOI: 10.28931/riiad.2025.385
• Recibido: 27 de febrero de 2025
  Aceptado: 19 de mayo de 2025

Artículo original

Depresión, ansiedad, estrés y su relación con el consumo de marihuana en estudiantes de enfermería

Resumen

Introducción: en la actualidad los trastornos mentales como depresión, ansiedad y estrés representan un desafío significativo para la salud mental a nivel global. Estudios recientes en México, Brasil y Chile han evidenciado una relación positiva y significativa entre la depresión, ansiedad, estrés y consumo de marihuana en estudiantes universitarios de enfermería.

Objetivo: establecer la relación que existe entre depresión, ansiedad, estrés y el consumo de marihuana que presentan los estudiantes de la Licenciatura en Enfermería.

Método: se utilizó un diseño transversal, descriptivo, correlacional; la muestra se conformó por 290 estudiantes de enfermería, con edades comprendidas de 17 a 38 años y se empleó un muestreo probabilístico, aleatorio sistemático, se aplicó una cédula de datos personales y prevalencia del consumo de marihuana y la escala DASS-21.

Resultados: el análisis de la correlación de Sperman presenta una relación positiva y significativa entre la cantidad del consumo de marihuana con la depresión, ansiedad, estrés y frecuencia al consumo (p < 0.05).

Discusión y conclusiones: el estudio identificó una relación positiva y significativa entre depresión, ansiedad, estrés y el consumo de marihuana, respaldada por diversos autores. El uso constante de marihuana puede gravar estos síntomas, especialmente en estudiantes de enfermería. Se enfatiza la necesidad de intervenciones preventivas en salud mental para proteger su bienestar, rendimiento académico y futura práctica clínica.

Palabras clave: depresión, ansiedad, estrés, uso de marihuana, estudiantes de enfermería.

Abstract

Introduction: mental disorders such as depression, anxiety and stress currently represent a significant challenge for mental health at the global. Recent studies in Mexico, Braziland Chile have shown a positive and significant relationship between depression, anxiety, stress and marijuana use in university nursing students.

Objective: to establish the relationship between depression, anxiety, stress and marijuana use presented by students in nursing.

Method: a cross-sectional, descriptive, correlational design was used; the sample was made up of 290 students in nursing ages ranging from 17 to 38 years using a probabilistic, systematic random sampling, a personal data card and prevalence of marijuana use and the DASS-21 scale were used.

Results: Sperman's correlation analysis shows a positive and significant relationship between the amount of marijuana consumption and depression, anxiety, stress, and frequency use (p < 0.05).

Discussion and conclusions: the study identified a positive and significant relationship between depression, anxiety, stress and marijuana use, supported by several authors. Consistent marijuana use can tax these symptoms, especially in nursing students. The need for preventive interventions in mental health to protect their well-being, academic performance, and future clinical practice is emphasized.

Key words: depression, anxiety, stress, marijuana use, nursing students.

INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud [OMS], 2022, define a la salud mental como un estado en el que la persona es capaz de hacer frente a los diferentes agentes estresores de la vida cotidiana, despliega sus habilidades, adquiere conocimientos, trabaja de manera óptima y aporta el desarrollo de su comunidad. En este contexto, la salud mental no involucra solo la ausencia de una enfermedad, también abarca el bienestar emocional, cognitivo y social de la persona, razón por la cual constituye un elemento importante de la salud integral.

En la actualidad la salud mental representa un desafío significativo a nivel mundial, nacional y local debido al incremento de afecciones psiquiátricas. En todos los países los trastornos mentales son muy frecuentes; aproximadamente una de cada ocho personas en el mundo sufre alguno. Se estima que la depresión afecta al 3.8% de la población mundial; cerca de 301 millones de personas sufren ansiedad, y 4 de cada 10 adultos experimentan un alto grado de estrés (Gallup, 2022;OMS, 2022); además, estos padecimientos son la principal causa de años perdidos por discapacidad (APD) y representan uno de cada seis casos de APD en el mundo (OMS, 2022).

Con base a lo anterior, la depresión es un trastorno mental caracterizado por tristeza, falta de interés, culpa, baja autoestima, alteraciones del sueño y apetito, cansancio y falta de concentración persistentes por más de dos semanas. El concepto de ansiedad indaga experimentar una preocupación excesiva ante una situación específica, acompañada de síntomas como irritabilidad, náuseas, palpitaciones, sudoración, trastornos del sueño y sensación de peligro con una duración mínima de seis meses (American Psychiatric Association [APA, 2014];OMS, 2023). Además, el estrés es definido como un estado de preocupación generado por una situación difícil; todas las personas tienen un cierto grado de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y a otros estímulos. El estrés es lo que marca el modo en que afecta el bienestar (OMS, 2022).

En México, el Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias (SALUD & CONASAMA, 2024) indica que se atendió a 158,814 personas por distintas condiciones de salud mental, entre las que destaca ansiedad (51.5 %) y depresión (25.9 %). Zacatecas no es la excepción, pues se tiene identificado en población universitaria que el 78.9% presenta ansiedad, depresión, y el 50.0% estrés; lo cual genera un impacto negativo en la salud física, mental y en los ámbitos social y académico. (Torres et al., 2022). Sin embargo, aunque la mayoría de las personas tienen una notable resiliencia, quienes están expuestas a circunstancias desfavorables como la pobreza, la violencia y la desigualdad corren mayor riesgo de sufrir trastornos mentales, los cuales pueden manifestarse en todas las etapas de la vida, pero los que sobrevienen durante periodos sensibles del desarrollo son altamente perjudiciales (OMS, 2022).

De acuerdo con la revisión de literatura, uno de los grupos más vulnerables es la población de estudiantes universitarios del área de la salud, en donde se ha identificado una alta prevalencia de depresión, ansiedad y estrés (66.0%, 64.1% y 61.9%, respectivamente) (Zuñiga & Soto, 2021). La carrera de enfermería es una de las más afectadas (34.0%) en comparación con la población en general (4.7%) (Arntz et al., 2022;Sonmez et al., 2023;Tung et al., 2018).

Se han identificado múltiples factores de estrés que contribuyen e impactan en la salud mental de los estudiantes de enfermería, lo cual puede dar lugar al desarrollo de trastornos mentales que se clasifican en académicos y clínicos. Los factores estresantes académicos incluyen exámenes, proyectos de investigación, tareas de clase, malas calificaciones y relaciones tensas con los docentes. Los factores estresantes clínicos abordan la adaptación de escenarios clínicos que los estudiantes experimentan de acuerdo con la materia en curso, formación y habilidades poco desarrolladas en el equipo de enfermería, miedo a cometer errores, desacuerdos con colegas y personal de enfermería con mayor trayectoria, preocupaciones sobre la atención al paciente, particularmente en los casos de estado crítico o etapa terminal, vínculos débiles con los pacientes y sus familias, carga de trabajo excesiva y presenciar eventos traumáticos como la muerte (Labrague et al., 2018;Sonmez et al., 2023).

Respecto a lo anterior, diversas fuentes indican que dichos trastornos mentales pueden tener una relación directa o en sentido de dualidad con el consumo de sustancias psicoactivas como la marihuana (Rodríguez-Puente et al., 2022). La marihuana es la droga psicoactiva y depresora del sistema nervioso central más antigua que se conoce en el mundo, también llamada cannabis, hachís, mota, hierba. Es utilizada de tres formas diferentes: hierba de cannabis -formada por hojas secas como hierba o mota-, resina y aceite de cannabis; contiene más de 500 componentes químicos diferentes y más de 60 cannabinoides, de los cuales el THC (delta-9-tetrahydrocannabinol) es el principal compuesto psicoactivo que genera adicción (National Institute on Drug Abuse [NIDA], 2024).

Actualmente la marihuana representa un problema de salud mundial debido a los efectos producidos por la ingesta, pues ocasiona múltiples consecuencias físicas, psicológicas, sociales, económicas, culturales y familiares (NIDA, 2020). Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito [UNODC], 2021, existen 192 millones de consumidores en todo el mundo, con un total de años vividos por discapacidad (AVAD) de .026 %. En México, se estima que 1.3 millones de personas han consumido marihuana durante el último año, siendo el consumo más alto en hombres (19.7 %) en comparación con las mujeres, y la cifra es mayor en población universitaria (16.5 %) (Calderón et al., 2023;Centros de Integración Juvenil [CIJ], 2019).

Los efectos físicos de esta droga incluyen problemas respiratorios crónicos, alteraciones en la función cardiovascular y deficiencia inmunológica. Además, puede provocar pérdida de memoria, síndrome amotivacional, pensamientos suicidas, esquizofrenia, depresión, ansiedad e insatisfacción con la vida. En el ámbito académico y social, las consecuencias se manifiestan en un bajo rendimiento escolar, ausentismo y presentismo (asistencia física del estudiante a clase, sin una participación activa o aprendizaje real), dificultad en la conducción de vehículos, menor productividad laboral, conductas antisociales y agresivas (Azevedo et al., 2023;NIDA, 2020;OMS, 2024).

El consumo de marihuana es un tema del cual se han generado debates de interés mundial; recientemente en México se declaró la autorización de marihuana con fines médicos y se propuso que no se considerara delito la posesión de 28 gramos por persona, además se otorgaron cuatro autorizaciones a ciudadanos con fines recreativos (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios [COFEPRIS], 2025). Ante estos acontecimientos, resulta relevante analizar si la autorización del uso médico y recreativo de la droga ha influido en el consumo de marihuana entre estudiantes universitarios de enfermería.

Dado lo anterior, se ha identificado una relación positiva y significativa entre la depresión, ansiedad y estrés con el consumo de marihuana en estudiantes universitarios del programa de enfermería en contextos chilenos (Martínez et al., 2021), brasileños (Ribeiro et al., 2021) y mexicanos (Rodríguez-Puente et al., 2022); sin embargo, a nivel local, en el estado de Zacatecas no se ha identificado literatura en donde se aborde la relación de las variables en dicha población (Calderón et al., 2024;Torres et al., 2022). A partir de lo expuesto, los estudiantes de enfermería pueden tener impactos negativos en la salud física y mental, afectar su rendimiento académico y la calidad del cuidado que brindan a los pacientes y sus familias. Dado que la enfermería es una profesión basada en la interacción humana y empatía, condiciones como la depresión, ansiedad, estrés y consumo de marihuana pueden deteriorar los procesos cognitivos y las habilidades de comunicación, afectar la toma de decisiones clínicas deficientes y aumentar el riesgo de incurrir en malas prácticas profesionales (Aloufi et al., 2021).

Con base a lo anterior, se espera que los resultados del presente estudio de investigación permitan obtener un perfil de los consumidores de la sustancia, así como una mayor contribución a la ciencia al ampliar el conocimiento y la compresión sobre la relación entre dichas variables. Además, esta información servirá como base para el diseño de intervenciones y el desarrollo de programas preventivos y de control enfocados en la salud mental y el consumo de marihuana.

En ese contexto, se planteó como objetivo general establecer la relación que existe entre depresión, ansiedad, estrés y el consumo de marihuana que presentan los estudiantes de la Licenciatura en Enfermería.

MÉTODO

Diseño

El estudio fue de corte transversal, con diseño descriptivo-correlacional (Grove & Gray, 2019).

Participantes

La población del estudio fue conformada por 1,166 estudiantes de educación superior de una universidad pública del estado de Zacatecas, México, del programa de la Licenciatura en Enfermería. El 64.5% pertenece al sexo femenino y 35.5% al masculino, con una edad entre los 17 y los 38 años. Para el tamaño de la muestra se utilizaron los siguientes criterios: un nivel de significancia de .05, un tamaño del efecto de mediano de .30, una potencia del 90%, tasa de no respuesta de 5.0% y un efecto de diseño de 1.15, se utilizó el programa de libre distribución EPIDAT versión 4.2, con una muestra final de 290 participantes. Se utilizó un muestreo probabilístico, aleatorio sistemático con asignación proporcional al tamaño del estrato.

Instrumentos

Para la recolección de los datos se utilizó en primera instancia una Cédula de Datos Personales y Prevalencia del Consumo de Marihuana, que incluyó información como sexo, edad, semestre escolar y la ocupación actual del estudiante de enfermería, posterior a ello una pregunta filtro para detectar la prevalencia global, la edad de inicio y tipos de prevalencia del consumo de marihuana. Además, se abordó la frecuencia y cantidad de consumo medida en uso de cigarros de marihuana.

Posteriormente, se utilizó la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés (DASS-21, por sus siglas en inglés).

Dicho instrumento se ha utilizado en población adolescente y universitaria de España, Chile, Argentina, Perú y México. Se obtuvo una consistencia interna de .96 general y por dimensión; ansiedadα = .76; depresiónα = .81; estrésα = .79 (Osorio et al. 2022). El instrumento cuenta con 21 ítems, en una escala tipo Likert de 4 puntos (0 a 3) de auto respuesta. Las opciones de respuesta son “No me ocurrió = 0”, “Me ocurrió un poco = 1”, “Me ocurrió bastante = 2”, “Me ocurrió mucho = 3”. La interpretación se basa a mayor puntuación general, mayor grado de sintomatología, e indica el grado de afirmación durante la semana pasada. Aborda tres sub escalas, en donde se deben sumar las puntuaciones de los ítems correspondientes a cada una.

El factor Depresión aborda anhedonia, inercia, desesperanza, disforia, falta de interés, auto depreciación y desvalorización; ítems D-3, D-5, D-10. D-13, D-16, D-17, D-21. Puntos de cohorte: nivel moderado 14-20 pts., severo 21-27pts., extremadamente severo > 28pts. Ansiedad aborda activación fisiológica, efecto musculo esquelético, experiencia subjetiva del efecto ansioso; ítems A-7, A-8, A-9, A-11, A-12, A-14, A-15.

Puntos de cohorte: moderada 10-14pts., severa 15-19 pts., extremadamente severa > 20pts. Estrés aborda dificultad para relajarse, irritabilidad, activación nerviosa e impaciencia; ítems E-1, E-2, E-4, E-6, E-18, E-19, E-20. Puntos de cohorte: moderado 19-25pts., severo 26-33pts., y extremadamente severo > 34 pts.

Procedimiento

Tras ser aprobado este estudio, se solicitó la autorización del personal directivo de la institución de educativa donde se llevó a cabo el estudio. Se seleccionaron de forma aleatoria los participantes únicamente de la Licenciatura en Enfermería, teniendo una fracción muestreo de 5, posteriormente se invitó y abordó a los estudiantes en su horario de receso en el aula, quienes aceptaron participar previo al uso de instrumentos se envió un consentimiento informado a padres de familia y en el momento de la aplicación se les proporcionó un asentimiento informado o consentimiento informado y los cuestionarios auto aplicables. Se explicaron los objetivos y las instrucciones de manera general y se hizo énfasis en la importancia de que sus respuestas fueran lo más apegadas a su realidad; además se les recordó que su participación era completamente anónima y confidencial. Asimismo, se recalcó que si en algún momento se sentían incomodos podían abandonar el estudio en cualquier momento; dichos cuestionarios se contestaron en un tiempo estimado de 15 minutos. Al término, se les mencionó que debían depositar los instrumentos en una caja cerrada situada en el aula, como una forma de reafirmar el anonimato. Finalmente, se agradeció su participación en el estudio.

Análisis de datos

Los datos fueron procesados electrónicamente mediante el programaStatistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 25.0 para Windows. La consistencia interna del instrumento se determinó por un Alpha de Cronbach. Se utilizó la prueba de bondad de ajuste de Kolmogorov-Smirnov con Corrección de Lilliefors, en la cual se encontró que no existe distribución normal de las variables(p < .05).Para los objetivos específicos que indican “determinar el nivel de depresión, ansiedad y estrés presente en estudiantes de Licenciatura en Enfermería” e “identificar la prevalencia global, lápsica, actual e instantánea del consumo de marihuana en estudiantes de Licenciatura en Enfermería” se abordó estadística descriptiva a través de frecuencias, porcentajes y medidas de tendencia central. Para el objetivo específico que menciona “describir la depresión, ansiedad, estrés en estudiantes de Licenciatura en Enfermería por sexo, edad, semestre escolar y ocupación”, se utilizó estadística inferencial a través de la prueba U de mann-whitney y Kruskal-Wallis. Referente al objetivo específico que señala “describir la prevalencia global, lápsica, actual e instantánea del consumo de marihuana en estudiantes de Licenciatura en Enfermería por sexo, edad, semestre escolar y ocupación” se utilizó estadística descriptiva a través de frecuencias y porcentajes, se presentan los datos en tablas de contingencia con Prueba Chi Cuadrada (en 2 grupos las variables). Finalmente, para dar respuesta al objetivo general se utilizó el coeficiente de correlación de Sperman.

Consideraciones éticas

El presente estudio de investigación fue revisado y autorizado por el Comité de Ética en Investigación de la Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Zacatecas, con el número de registro CEI-UAMH y CS-02-2024. Se apegó al Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud, 2014 (Secretaría de Gobernación, 2014) y se tomaron en cuenta los lineamientos de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial (World Medical Association [WMA], 2013). Por las características propias del estudio se consideró de riesgo mínimo, se preserva el anonimato y confidencialidad a través del asentimiento y consentimiento informado.

RESULTADOS

En cuanto a las características sociodemográficas de los participantes, la mayoría tenía entre 18 y 23 años de edad (88.3%), el 5.9% contaba con 17 años de edad, el 5.5% con edades comprendidas entre 24 a 29 años (5.5%) y el .3% con 38 años. Respecto al semestre, se encuentran porcentajes similares entre el primer (27.9%), tercer (28.6%), quinto (24.5%) y séptimo (19.0%) semestre. El 33.4% además de estudiar, trabaja, principalmente en actividades de servicios personales (16.6%), en funciones como cuidador, estilista, barberos, cocineros y lava autos. El instrumento DASS-21 presentó una consistencia interna deα = .94 general y por dimensiones: depresiónα = .86, ansiedadα = .87 y estrésα = .81.

De acuerdo con las variables, se encontró en la mayoría de los participantes un nivel de depresión, ansiedad y estrés leve como se observa en la Tabla 1.

Se encontró que la edad de inicio del consumo de marihuana es a los 17 años (x̄ = 17.28,DE = 2.06); asimismo al analizar la frecuencia se encontró que el 11.4% consume cada tres meses, el 4.1% cada dos meses y el 2.8% una vez por semana. Respecto a la cantidad, 9% consume algunas inhaladas al cigarro de marihuana, el 10% inhala medio cigarro, y el 5.5% un cigarro completo de marihuana. En la Tabla 2 se presentan las prevalencias del consumo de marihuana en estudiantes de enfermería: una prevalencia global de 39.7%, prevalencia lápsica de 24.5%, prevalencia actual 10% y prevalencia instantánea de 5.5%.

No se encontró diferencia significativa de depresión por sexo (p > .05). Respecto a la ansiedad y el estrés existe una diferencia significativa por sexo(p < .05), las mujeres presentan mayor ansiedad en comparación con los hombres; sin embargo, los hombres presentan mayor estrés en comparación con ellas.

No se encontró diferencia significativa por edad, semestre escolar ni ocupación(p > .05) (Tabla 3).

Respecto a la prevalencia global del consumo de marihuana, se observa una diferencia significativa por sexo, edad, semestre escolar y ocupación(p< .05), en este sentido, presentan mayor consumo de marihuana los hombres en una edad de 24 a 38 años, correspondiente al quinto y séptimo semestre, y en aquellos que además de estudiar, trabajan. Respecto al consumo durante el último mes se presenta mayormente en aquellos que cursan primer y tercer semestre; el consumo durante los últimos siete días se presenta más en los estudiantes que trabajan. No se presentan diferencias significativas en las demás prevalencias(p > .05) (Tabla 4).

Finalmente, en la Tabla 5 se presentan relaciones positivas, negativas y significativas(p < .05). Para dar respuesta al objetivo general, se encontró que de acuerdo con la cantidad del consumo de marihuana se observa una relación positiva y significativa con la depresión, ansiedad, estrés y frecuencia del consumo de marihuana, que plasma que, a mayor cantidad del consumo, mayor depresión, ansiedad, estrés y frecuencia del consumo de marihuana.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

En el presente estudio de investigación se encontró que el 76.1% de los entrevistados presenta una depresión leve. Estos datos difieren con lo reportado por Arntz et al. (2022),Leonangeli et al. (2022), Sánchez-Padilla et al. (2023) y Zuñiga y Soto (2021), quienes indican porcentajes altos de depresión extrema y extremadamente grave. Esto se puede explicar por los diferentes instrumentos de medición utilizados y muestras poblacionales distintas, en donde intervienen contextos culturales y sociales. En lo que concierne a la variable ansiedad, se encontró que el 39.7% tiene un nivel de ansiedad leve, y el 34.5% presenta ansiedad moderada. Dichos hallazgos son similares a lo evidenciado por Leonangeli et al. (2022) y Sánchez-Padilla et al. (2023), lo cual podría reflejar diferencias en el contexto académico o cultural.

Respecto a la variable estrés, se identificó que la mayoría de los participantes presenta estrés leve (93.8%), estos datos concuerdan con lo publicado por Maza et al. (2023), pero difieren con Arntz et al. (2022) y Sánchez-Padilla et al. (2023). La evidencia muestra que los niveles bajos de estrés reportados podrían explicarse por la aplicación del cuestionario fuera del periodo de exámenes, una etapa comúnmente asociada con niveles más altos de estrés en estudiantes universitarios. La Licenciatura en Enfermería es conocida por ser emocional y físicamente demandante; factores comunes de educación podrían sustentar lo anterior (Leonangeli et al., 2022).

Se encontró que la edad de inicio del consumo de marihuana es a los l7 años en estudiantes de Licenciatura en Enfermería, esto es más bajo que lo evidenciado por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA, 2023) que encontró una edad promedio de 18.3. Esto podría deberse a que, en México, aunque el consumo no es completamente legal, existe un enfoque flexible hacía la despenalización de 28 gramos por persona, lo que genera una menor percepción de riesgo entre los estudiantes.

Respecto al consumo de marihuana, Calderón et al. (2024) indican una prevalencia global igual; sin embargo, la prevalencia lápsica, actual e instantánea es más baja a la reportada en ese estudio, dichos resultados pueden explicarse a que el consumo de marihuana se ha incrementado significativamente con el paso de los años debido a la disminución de percepción de riesgo y consecuencias a la salud, legales, académicas, familiares, sociales, curiosidad (ya que es una etapa que puede asociarse a la exploración de nuevas experiencias), influencia del entorno social, así como una dualidad entre el estrés, ansiedad y depresión. Además, el conocimiento técnico no siempre está alineado a la salud mental o estilos de vida saludable (Leonangeli et al., 2022).

En lo que concierne a la frecuencia y cantidad de consumo de marihuana por ocasión, los resultados del presente estudio son más bajos que lo evidenciado porAzevedo et al. (2023), esto podría deberse a las diferencias en las políticas y normas locales sobre el consumo de la sustancia.

Respecto a la variable ansiedad y estrés, se encontró diferencia significativa entre el sexo, ya que las mujeres presentan más ansiedad en comparación con los hombres. En cuanto al estrés se presenta mayormente en hombres, hallazgos similares con Arntz et al. (2022), lo que puede estar relacionado con el funcionamiento hormonal y cultural, pues según la historia de la profesión y estereotipo de género predomina el sexo femenino. El estrés se puede explicar a factores emocionales, académicos, laborales o estigmas de género y rol, que a su vez pueden estar relacionados al sexo masculino (Mendoza & Lazcano, 2024).

De acuerdo con las prevalencias, se encontró diferencia significativa por sexo, edad, semestre y ocupación. Dichos resultados por sexo difieren a lo reportado por Rodríguez-Puente et al. (2022) y Pérez (2024), pero similares a Serrano-Ventura et al. (2023), lo que explica la diferencia de muestras y grupo de sexo más homogéneos. Además, se reporta que a mayor edad se presenta mayor independencia y autonomía, la transición a fases clínicas de enfermería es más exigente y existen múltiples responsabilidades o factores psicosociales. En este contexto, el NIDA (2020) reveló un informe donde indica que el consumo de marihuana se ha incrementado en aquellos que además de estudiar, trabajan, y puede estar asociado al manejo de estrés laboral, contexto social y percepción de la droga.

Finalmente, en el presente estudio se identificó una relación positiva y significativa entre la depresión, ansiedad, estrés y frecuencia del consumo de marihuana; múltiples autores concuerdan con lo anterior (Riberiro et al., 2021;Rodríguez-Puente et al., 2022). En cuanto a lo mencionado, un estudio reciente indica que la marihuana actúa sobre el sistema endocannabinoide del cerebro, por lo que el uso inicial genera efectos relajantes o eufóricos, pero el consumo crónico o en altas cantidades puede contribuir a la aparición o agravamiento de síntomas de ansiedad y depresión; Además, el estrés acumulado por situaciones personales o sociales puede motivar el consumo de marihuana como un mecanismo de escape o afrontamiento, especialmente en estudiantes de Licenciatura en Enfermería (Prados et al., 2024;Substance Abuse and Menthal Health Servive Administratión [SAMHSA], 2021).

Los resultados resaltan la necesidad de intervenciones preventivas y programas de apoyo en salud mental, prevención y control de consumo de marihuana longitudinales para esta población; pues son fundamentales para promover el bienestar emocional, prevenir el desarrollo de trastornos más graves o el aumento del consumo de marihuana y con ello proteger el rendimiento académico y la futura práctica clínica del estudiante, que puede tener un impacto positivo y significativo a nivel individual e institucional.

Limitaciones del estudio

La naturaleza transversal del estudio no permite establecer relaciones causales entre las variables analizadas.

FUENTES DE FINANCIAMIENTO

No se recibió ningún financiamiento para la realización de esta investigación.

CONFLICTOS DE INTERÉS

Los autores declaran no tener conflictos de interés.

CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES

Mónica Gallegos Alvarado: análisis formal, redacción y validación.
Maricruz Vidales Jara: curación de datos, diseño y redacción.

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