• Revista Internacional de Investigación en Adicciones 2022 Vol. 8 (1)
  • ISSN versión impresa: 2448-573X
  • ISSN en línea: 2448-6396
  • DOI: 10.28931/riiad.2022.1.05
  • Recibido: 30 de marzo de 2021
    Aceptado: 01 de febrero de 2022

Artículo original

Propuesta de instrumento para medir de forma preliminar la adicción a la pornografía en población mexicana

Shilia Lisset Vargas Echeverría 1 , José Ignacio Nevarez Martín 2

1 Instituto Mexicano del Seguro Social. Mérida, Yucatán, México.

2 Albergue La Gloria de Santa Isabel. Mérida, Yucatán, México.

Autor de correspondencia: Shilia Lisset Vargas Echeverría. Instituto Mexicano del Seguro Social, 97203, Mérida, Yucatán, México. Teléfono: 9993906697. Correo electrónico: shilia.ve@gmail.com

Abstract

Introduction: information and Communication Technologies (ICTs) on the Internet have generated great benefits for society, but it has also strongly promoted behavioral addictions, such as pornography addiction. The use of pornography is not a problem, but the truth is that its abuse causes harmful effects on people’s physical and mental health.

Objective: this article analyzes the use, but with special emphasis on the harm caused by abuse and addiction to pornography. Likewise, the first Mexican scale is proposed to preliminarily measure addiction to pornography.

Method: reliability was evaluated through Cronbach’s Alpha and construct validity through Exploratory Factor Analysis.

Results: a structure of 5 factors was detected: Emotion, Difficulties to control, Arousal (masturbation), Tolerance and Withdrawal, with a Kaisen-Meyer-Olkin value of .860 and the Bartlett sphericity test was 1015,688; gl = 325; p = .000.

Discussion and conclusions: therefore, it is concluded that the EMAP (Addiction to Pornography Scale) for Mexican men and women is valid and reliable for research purposes.

Key words: pleasure, behavioral addictions, pornography, measurement instruments, Mexico.

Resumen

Introducción: las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en Internet han generado grandes beneficios para la sociedad, pero también han impulsado las adicciones comportamentales, como es el caso de la pornografía. Su uso en sí mismo no representa un problema, pero su abuso provoca efectos nocivos en la salud física y mental de las personas.

Objetivo: en este artículo se analiza el uso de la pornografía con especial énfasis en el daño que ocasiona su abuso y adicción. Asimismo, se propone la primera escala mexicana para medir de manera preliminar la adicción a la pornografía.

Método: la confiabilidad se evaluó a través el Alfa de Cronbach y la validez de constructo mediante el Análisis Factorial Exploratorio.

Resultados: se detectó una estructura de cinco factores: Emoción, Dificultades para el control, Arousal (masturbación), Tolerancia, y Abstinencia, con valor Kaisen-Meyer-Olkin de .860 y la prueba de esfericidad de Bartlett fue de 1015.688; gl = 325; p = .000.

Discusión y conclusiones: se concluye que la Escala de Medición para la Adicción a la Pornografía (EMAP) en hombres y mujeres mexicanos es válida y confiable para propósitos de investigación.

Palabras clave: placer, adicciones comportamentales, pornografía, instrumentos de medición, México.

INTRODUCCIÓN

La pornografía moderna, como se conoce en la actualidad, tuvo sus inicios en los años 50. No obstante, hace algunas décadas el acceso a material de tipo sexual era difícil, pues su adquisición era únicamente en formato físico (revista o dispositivos de almacenamiento), lo que significaba un costo monetario para el consumidor y un reto para la época, además, el usuario se veía expuesto ante la sociedad. Hoy en día, la pornografía ha ido en auge debido a cinco aspectos online: es asequible, ya que miles de sitios web ofrecen contenido de imágenes y videos sin costo alguno; es accesible, pues está a un click de distancia; es anónima, ya que se puede ver en solitario y nadie lo nota; es aceptada porque se considera parte de la cultura y tanto adultos como jóvenes la ven como un “manual” para aprender todo lo referente a la sexualidad. Por último, es agresiva, pues una persona entra en Internet e inmediatamente encuentra las formas más extremas de la pornografía dura (Cooper, 1998; Kleponis, 2018).

De acuerdo con datos estadísticos publicados por los dos principales sitios de Internet pornográficos a nivel mundial, en 2019 la página web YouPorn recibió más de cinco billones de visitas, y Pornhub 42 billones, donde México ocupó el octavo y décimo lugar, respectivamente. También, durante el 2020 y a raíz de la pandemia por COVID-19, el tráfico en Internet por consumo de contenido pornográfico en el país aumentó considerablemente, desde marzo de ese año -cuando inició la pandemia-, hasta la fecha (Pornhub, 2019; Youporn, 2019). El portal Statista.com (2020) refirió que casi 37% de los hombres y 25.5% de las mujeres reportaron un aumento en el consumo de contenido sexual durante el aislamiento social, según datos obtenidos por una encuesta realizada en México a 816 personas. En comparación con datos recopilados una década atrás, la prevalencia del uso del material pornográfico ha aumentado 41% en hombres y 55% en mujeres, entre 18 y 25 años de edad (Ballester-Arnal et al., 2016), es por ello que resulta indispensable medir, estudiar y tratar la adicción a la pornografía en la población mundial y, por supuesto, en la mexicana.

Pornografía

Para Peter y Valkenburg (2010), la pornografía se puede definir como el material sexualmente explícito producido por un profesional o un amateur, con el principal objetivo de excitar sexualmente al espectador (videos, imágenes, revistas, chats, etc.).

Algunos autores concuerdan que ver estos materiales puede traer beneficios a la salud de las personas. En este sentido, McNabney y colaboradores (2020) hicieron un análisis en 2 mil mujeres para revisar la manera en que ven pornografía, la masturbación, los hábitos y las experiencias en pareja. Encontraron que, en ellas, el consumo de contenido sexual trae consigo beneficios como menos dificultades para excitarse y lograr un orgasmo, así como tener un clímax más intenso.

No obstante, también se ha encontrado que el uso excesivo y abuso de pornografía trae consecuencias negativas a la salud de las personas. Entre el 0,8% y el 8% de hombres y mujeres usuarios suele mostrar signos y síntomas de uso problemático de la pornografía (Ballester-Arnal et al., 2016; Bőthe et al., 2020; Ross et al., 2012). Los síntomas centrales incluyen: a) tiempo y esfuerzo excesivos dedicados a buscar y visualizar pornografía; b) autocontrol deficiente sobre el uso de pornografía; c) incumplimiento de las responsabilidades familiares, sociales o laborales, y d) persistencia en la conducta sexual a pesar de sus consecuencias (Efrati, 2020; Wéry & Billieux, 2017).

También se ha sugerido que la pornografía puede afectar negativamente la sexualidad al: a) fomentar actitudes sexistas y comportamientos abusivos; b) facilitar el desarrollo de comportamientos sexuales de riesgo (inicio de relaciones sexuales a edad temprana, sin protección, promiscuidad); c) crear imágenes corporales y estándares de desempeño sexual poco realistas; d) romper los valores tradicionales de monogamia y fidelidad, y e) promover intereses sexuales inusuales (Braithwaite et al., 2015; Stanley et al., 2018).

Bajo este panorama, algunos autores hablan del término “uso problemático de la pornografía” (Ballester-Arnal et al.; Bőthe et al., 2017; Monferrer & Arasil, 2015; Ross et al., 2012; Tóth-Király et al., 2017), y otros afirman la existencia de una “adicción a la pornografía” (Church, 2014; Oliveros, 2017; Rojas, 2013; Velasco & Gil, 2017). Los primeros, justifican estudiar el uso problemático de la pornografía y no la adicción, porque ésta no se puede evaluar únicamente sobre la base de un autoinforme, sino que se debe complementar con una entrevista clínica en profundidad (Ross et al., 2012), es decir, no descartan la existencia de una adicción a la pornografía, sino que sugieren que el paciente se evalúe en conjunto con otras técnicas de recolección de datos para poder proporcionar un diagnóstico certero sobre la misma.

Por ello, los autores del presente trabajo (que cuentan con más de 15 años de experiencia con pacientes que sufren este trastorno) confirman la existencia de la “adicción a la pornografía” como una conducta sexual compulsiva, que no está mediada por una sustancia sino por una explosión de neurotransmisores (Oliveros, 2017), es decir, el aumento de la actividad dopaminérgica en el centro de recompensa (Núcleo Accumbens) refuerza la conducta, lo que impulsa a repetirla sin control. Así, resulta en una adicción comportamental al consumo de videos, imágenes o audiciones de carácter sexual.

Las adicciones comportamentales se pueden estudiar a través de diferentes modelos teóricos. Para el caso de la adicción a la pornografía se tomó como base el Modelo de Componentes de Adicción, dentro de un marco biopsicosocial propuesto por Griffiths (2005), con el propósito de definir aquellas dimensiones que mejor representen el constructo y que permitan medirlo. Estas dimensiones fueron analizadas y adaptadas para aplicarse al caso específico de la adicción a la pornografía, extrapolándose y explicándose en dicho contexto. A partir de este proceso, se elaboró un modelo para aproximarse a dicho constructo desde un marco biopsicosocial (ver Figura 1), como un conjunto de factores biológicos, psicológicos y sociales.

Griffiths (2005) señala que el consumo de pornografía puede considerarse adicción (conductual) al cumplir los siguientes criterios: saliencia, modificación del humor, tolerancia, síndrome de abstinencia, conflicto y recaída.

Saliencia: cuando el uso de pornografía se convierte en la actividad más importante en la vida de la persona y domina su pensamiento (preocupaciones y distorsiones cognitivas), sentimientos (ansias) y comportamiento (deterioro del comportamiento socializado).

Modificación del estado de ánimo: experiencia subjetiva que las personas informan como consecuencia del consumo de material pornográfico (experimentan un “subidón” excitante o una sensación de “escape” o “entumecimiento”).

Tolerancia: proceso por el cual se requiere constantemente de más pornografía para alcanzar umbrales de placer cada vez más exigentes. Esto es observable cuando los usuarios inician con pornografía erótica (softcore) y escalan a pornografía dura, agresiva, violenta, etc. (hardcore).

Síntomas de abstinencia: estados de sensación desagradable y/o efectos físicos que ocurren cuando se interrumpe o se reduce repentinamente tanto el consumo de pornografía como la práctica de la masturbación. Se trata de efectos que van desde lo psicológico hasta lo fisiológico.

Conflicto: se refiere a las problemáticas entre el adicto y quienes lo rodean (conflicto interpersonal) o dentro del propio individuo (conflicto intrapsíquico) que están relacionadas con el consumo de pornografía.

Recaída: tendencia a que se repitan patrones anteriores de consumo de pornografía. La adicción suele restaurarse rápidamente después de muchos años de abstinencia o control. En cada recaída, el consumo y nivel de adicción tiende a crecer cada vez más, al punto de generar cambios estructurales en el cerebro.

Todo ello pone de relieve que los adictos a la pornografía ya no disfrutan del contenido sexual, simplemente lo necesitan; por lo que llevar a cabo dicha actividad se convierte en una necesidad imperante en la agenda del consumidor, descuidando las demás áreas de su vida.

Gracias al aporte realizado por Griffiths (2005) se pueden observar de manera más clara los límites entre el placer sexual que experimenta un individuo al visualizar pornografía y los daños que pueden ocasionar al convertirse en una adicción.

Para estudiar y medir las actitudes, el uso problemático y consumo de la pornografía, algunos autores han desarrollado instrumentos como los que se mencionan a continuación:

En Estados Unidos se desarrolló la Escala sobre el Uso Problemático de Pornografía, la cual consta de 23 ítems, fue desarrollada y validada en Israel y adaptada también en población peruana (Velezmoro et al., 2012).

Otro instrumento desarrollado en Inglaterra es la escala Problematic Pornography Consumption Scale, conformada por 18 ítems y desarrollada por Bőthe y colaboradores (2017). Para su desarrollo, los autores se basaron en el modelo de adicción de los seis componentes de Griffiths (2005), lo cual dio como resultado un instrumento multidimensional con fuertes propiedades psicométricas en términos de estructura de factores y confiabilidad. Sin embargo, esta escala fue desarrollada en idioma inglés y está contextualizada para población húngara.

En Iberoamérica se han creado dos instrumentos, los cuales se describen por país. En España se desarrolló la Escala de Actitudes hacia la Pornografía, la cual consta de 32 ítems (Monferrer & Arasil, 2015). En Quito, Ecuador, se realizó la validación del instrumento Pornografía en Adolescentes de 14 a 17 años, el cual consta de 22 ítems y fue aplicado a 111 estudiantes (Peña, 2018).

Dicho contexto representa un avance significativo en la construcción de instrumentos para la medición del uso y consumo problemático de la pornografía, tanto en la práctica clínica como en líneas de investigación con el mismo fin. Cabe mencionar que en México no se ha creado ningún instrumento que mida, no sólo la actitud, el uso y consumo de la pornografía, sino también que realice un prediagnóstico de la adicción a la misma. Así, el contar con un diagnóstico preliminar del constructo permitirá tomar las medidas adecuadas para su tratamiento y posterior rehabilitación.

OBJETIVOS

En ese sentido, la presente investigación resulta relevante para empezar a crear una base de conocimiento poco abordada en México, como es la adicción a la pornografía. El objetivo general consistió en crear y validar un instrumento para medir la adicción a la pornografía entre hombres y mujeres yucatecos. Para alcanzarlo, los objetivos específicos fueron: 1) determinar la validez de contenido; 2) realizar una prueba piloto del instrumento; 3) describir la distribución; 4) describir la capacidad de discriminación y la confiabilidad de los reactivos; 5) determinar la estructura factorial del instrumento, y 6) comprobar su consistencia interna global y por factor.

MÉTODO

Participantes

Se contó con la participación de todos los usuarios en recuperación de alcohol y drogas ingresados en un centro de rehabilitación ubicado en la ciudad de Mérida, Yucatán, durante el mes junio de 2020. La población total fue de 56 participantes, de los cuales 44 (78.6%) fueron hombres y 12 (21.4%) mujeres, entre 14 y 60 años, cuya participación fue voluntaria, anónima y confidencial.

Instrumento

Para construir la Escala de Medición para la Adicción a la Pornografía (EMAP) se tomó como base el Modelo biopsicosocial para estudiar la adicción a la pornografía, propuesto por Griffiths (2005). Después de analizar dichas dimensiones, éstas se ajustaron y adaptaron al contexto mexicano, en específico al yucateco, del cual surgieron cinco dimensiones principales: Dificultades para el control, Emoción, Arousal, Tolerancia, y Abstinencia.

Después de realizar la delimitación del campo, la observación de la problemática y la revisión de los instrumentos o técnicas pertinentes, se desarrolló el instrumento adaptado en idioma español. Posteriormente, se valoraron las dimensiones y se elaboró una batería de 30 ítems que pudieran ofrecer una medición preliminar sobre la existencia o no de adicción a la pornografía, con un sistema de respuesta con escala tipo Likert, que va de “1: muy de acuerdo” a “5: muy en desacuerdo”. En el siguiente paso, se solicitó la revisión por un comité de expertos para determinar la validez de contenido. Después de realizar las pruebas psicométricas en términos de estructura de factores y confiabilidad, la escala quedó conformada por 26 reactivos.

Procedimiento

Este estudio es una investigación de tipo no experimental por encuesta (Kerlinger & Lee, 2002), para la que se realizó el siguiente procedimiento:

Primero, se llevó a cabo un pilotaje del instrumento en población meta para asegurar la claridad de las instrucciones y de cada ítem. También se hicieron preguntas abiertas sobre algunas dimensiones, con la finalidad de recolectar más información y a partir de las respuestas se agregaron reactivos relevantes para la población.

Segundo, se localizó el número de contacto del centro de rehabilitación y se efectuó la comunicación vía telefónica para concertar una cita, en la cual se le explicó al encargado el objetivo del estudio y se agendó la fecha para la aplicación de la EMAP.

Tercero, en conjunto con el responsable de la comunidad terapéutica, se realizó la aplicación de la Escala. El instrumento se presentó en un cuadernillo que incluía el objetivo del estudio, las instrucciones de llenado y dos preguntas sobre datos sociodemográficos (sexo y edad), a fin de asegurar la confidencialidad de los participantes; todo lo anterior en la portada.

Análisis de datos

Para el análisis de los datos se utilizó el programa estadístico Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) en su versión 25. Se realizó un análisis de frecuencias evaluando media, desviación estándar, sesgo y curtosis para cada uno de los reactivos. Posteriormente, se llevó a cabo una prueba t de Student y un análisis de discriminación de reactivos con grupos extremos (cuartil 24 y cuartil 75), con el propósito de establecer si los reactivos discriminaron. Después se efectuó una prueba de consistencia interna mediante el índice Alfa de Cronbach (1951), para la exclusión de aquellos reactivos con correlación ítem-total inferior a .20, eliminando los reactivos 15, 16 y 25 que no cumplían este requisito. Por último, se evaluó una correlación ítem-escala.

Para obtener la estructura factorial de los reactivos que conforman la EMAP se efectuó el análisis factorial exploratorio.

RESULTADOS

La media global de la escala fue de 15.70, con una desviación estándar de 5.77; asimismo, se encontró la media más alta en el factor Tolerancia (M = 3.33), y la media más baja en el factor Abstinencia (M = 2.70). Cabe destacar que se eliminaron tres reactivos del instrumento original.

Se realizó un análisis factorial exploratorio con los 27 reactivos que cumplían el requisito mínimo de la correlación ítem-total establecido (r = .20), a través de una extracción de componentes principales con rotación ortogonal (varimax). Se detectó que el ítem 24 no presentó correlación con ninguno de los demás ítems, por lo que se eliminó de la escala.

Nuevamente se llevó a cabo el análisis factorial exploratorio con los 26 reactivos que sí funcionaron. La prueba de esfericidad de Bartlett fue de 1015.688; gl = 325; p =

Finalmente, la escala quedó conformada por 26 reactivos distribuidos en cinco factores, que explican el 69.55% de la varianza total, con un Alfa de Cronbach de .95 (Tabla1).

En esta solución a cinco dimensiones, la escala quedó conformada de la siguiente manera: Emoción, Dificultades para el control, Arousal (masturbación), Tolerancia, y Abstinencia. Los pesos factoriales, comunalidad, valores Eigen y porcentaje de varianza por factor se muestran en la Tabla 2.

La definición correspondiente a cada uno de los factores fue la siguiente:

Factor 1: implica el poco o nulo autocontrol que un individuo experimenta al ver pornografía, lo que llega a ser un impedimento sobre la capacidad para frenar su consumo (α = .90).

Factor 2: describe un sentimiento intenso que el individuo puede experimentar en un lugar, situación o momento determinado, el cual le genera un impulso o deseo intenso por consumir pornografía (α = .89).

Factor 3: implica la activación (excitación) mental y física que un individuo experimenta al estar expuesto a material pornográfico (videos, imágenes, relatos, chats, recuerdos, etc.), y que puede finalizar con o sin la masturbación (α = .85).

Factor 4: se refiere al aumento progresivo de un individuo sobre el contenido pornográfico, que puede ir del contenido softcore al hardcore (α = .84).

Factor 5: involucra el tiempo que transcurre sin la visualización (intencional) de material pornográfico y de la privación razonada de la masturbación (α = .77).

DISCUSIÓN

Hasta el momento, en el contexto mexicano no se contaba con un instrumento para estudiar y medir la adicción a la pornografía, por ello, el presente estudio tuvo como objetivo realizar el aporte de crear y validar un instrumento para evaluarla, de manera preliminar, en población yucateca; así surgió la Escala de Medición para la Adicción a la Pornografía (EMAP).

En este trabajo se exploró y corroboró que la adicción a la pornografía se compone de cinco factores. La solución obtenida coincidió con la teoría inicialmente planteada por Griffiths (2005), y se comprobó que los cinco factores tienen buen ajuste para esta población.

Los factores Emoción, Tolerancia y Abstinencia coinciden con las definiciones teóricas de autores como Bőthe, Tóth-Király y Ágnes Zsila (2017), los cuales son similares a sus dimensiones Modificación del estado de ánimo (mood modification), Tolerancia (tolerance) y Abstinencia (withdrawal) respectivamente.

Asimismo, el factor Percepción de gravedad del comportamiento del Cuestionario de adicción al cibersexo (Ballester et al., 2016) es teóricamente similar a la dimensión Dificultades para el control de la EMAP. Aunque a diferencia de ésta, el primero mide la adicción al sexo online, que sigue siendo el sello distintivo de cualquier adicción (National Institute of Drug Abuse [NIDA], 2018).

Otro instrumento que mide el consumo de pornografía en adolescentes de 16 a 18 años de edad es el de Peña (2018), donde la dimensión Efectos contiene algunos ítems que podrían cargar en algunas de las dimensiones analizadas en la EMAP, por ejemplo: los ítems 1 y 4 en el factor Tolerancia; los ítems 3 y 7 en Arousal; el ítem 6 en Dificultades para el control, y los ítems 8 y 9 en Emoción. Sin embargo, este primer instrumento sólo mide el consumo de pornografía, mientras que la EMAP evalúa la adicción preliminar.

Otros autores han estudiado las actitudes y usos de la pornografía (Chacón-López et al., 2016, Monferrer & Arasil, 2015) cuyos factores y reactivos difieren mucho de los propuestos en el presente estudio; no obstante, resultaron una base importante para la creación y desarrollo de la EMAP.

CONCLUSIONES

La presente investigación tiene algunas limitaciones; en primer lugar, no se puede descartar la existencia de otras dimensiones, porque este instrumento está basado teóricamente sólo en cinco propuestas. Nuevos estudios podrían sugerir la inclusión de otros constructos relacionados con la adicción a la pornografía.

En segundo lugar, el instrumento está enfocado en la autopercepción que los individuos tienen sobre su adicción, es decir, es un instrumento de prediagnóstico que debe usarse en conjunto con otros mecanismos y técnicas para obtener un diagnóstico más completo y certero sobre el nivel de dependencia.

En tercer lugar, el instrumento que se validó en este estudio está limitado a una muestra probabilística de la población, es decir, un centro de rehabilitación ubicado en Mérida, por lo que el tamaño y las características de la muestra son una limitación que dificulta la generalización de los resultados; por ello, se recomienda ampliar la muestra a no menos de 200 participantes para obtener mejores resultados.

Como se mencionó anteriormente, se sugiere que la Escala de Medición para la Adicción a la Pornografía sea utilizada en conjunto con otras técnicas e instrumentos de diagnóstico y medición (Ross et al., 2012), como la entrevista clínica a profundidad y la observación del profesional-paciente. También se recomienda aplicar de forma conjunta con la EMAP los instrumentos: Inventario de Depresión de Beck, Inventario de Síntomas de Ansiedad de Beck y Síntomas de Psicosis: SCL-90R1.

Asimismo, la pericia y experiencia con la que cuente el profesional de salud serán determinantes para realizar un diagnóstico certero en la práctica clínica. Por último, para obtener el diagnóstico de adicción a la pornografía deberán cumplirse con todos o casi todos los criterios para el trastorno por comportamiento sexual compulsivo, aprobado por la CIE-11, pues la Organización Mundial de la Salud [OMS] (2018) a través de este diagnóstico, permitirá a los profesionales de la salud ofrecer un tratamiento adecuado a pacientes con dicha problemática.

En conclusión, el presente estudio aporta una definición operacional de la adicción a la pornografía en hombres y mujeres yucatecos pertenecientes a un centro de rehabilitación de la ciudad de Mérida. La EMAP resultó ser una escala válida, confiable y culturalmente sensible para estudiar y medir este constructo en dicha población, lo cual permitirá contar con una herramienta para estudios futuros en el estado. Se espera que los resultados de este trabajo contribuyan a la difusión de la importancia del constructo en México, así como al prediagnóstico y evaluación de la misma; se sugiere profundizar en el tema y realizar nuevos estudios relacionados en otras poblaciones y contextos.

FINANCIAMIENTO

La investigación se financió con recursos propios de los investigadores.

CONFLICTOS DE INTERÉS

No existe ningún conflicto de interés.

REFERENCIAS

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