Artículo original
Ferran Padrós Blázquez. Teléfono: 44 32 40 56 43. Correo electrónico: fpadros@umich.mx, fpadros@uoc.edu
Introduction: in a recent study, it has been reported that adolescents who presented risky and harmful alcohol consumption show lower levels of gaudiebility (enjoyment modulators) than their consuming peers, but without risk. But in this study a one-factor gaudiebility scale for adults was used, and recently a new scale for children and adolescents has been published that is multifactorial (consistent with the construct). Objective: to study the relationship between the level of gaudiebility and the risky and harmful consumption of alcohol in adolescence using a new scale that presents adequate construct validity.
Method: a sample of 464 adolescents (53.7% women) with a mean age of 15.99 (SD = 1.29), with risky and harmful consumption of alcohol and consumption without risk, was used. The GSCA (Gaudiebility Scale for Children and Adolescents) and AUDIT (Alcohol Use Disorders Identification Test) were administered.
Results: the group with risky and harmful alcohol consumption did not show a mean in the level of gaudiebility (or with the factors) different from that observed in the group with non-risky alcohol consumption. Only the interest factor of the GSCA scale showed a negative and significant correlation with risky and harmful alcohol consumption, but this was very low.
Discussion and conclusions: research suggests that the level of gaudiebility in adolescence is not a risk factor for an adolescent to present a risky and harmful consumption of alcohol. In future research, it is proposed to study the relationship between alcohol dependence and gaudiebility.
Key words: alcohol consumption, adolescence, alcohol abuse, risk factors, enjoyment.
Introducción: en un reciente estudio se ha reportado que adolescentes que presentaban un consumo riesgoso y perjudicial de alcohol muestran niveles más bajos de gaudibilidad (moduladores del disfrute) que sus pares consumidores, pero sin riesgo. En dicho estudio se utilizó una escala unifactorial de gaudibilidad para adultos, y recientemente se ha publicado una nueva escala para niños y adolescentes que es multifactorial (congruente con el constructo).
Objetivo: estudiar la relación entre el nivel de gaudibilidad y el consumo riesgoso y perjudicial de alcohol en la adolescencia, mediante el uso de una nueva escala que presenta adecuada validez de constructo.
Método: se utilizó una muestra de 464 adolescentes (53.7% mujeres), con una media de edad de 15.99 (DE = 1.29), con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol y consumo sin riesgo. Se administraron las escalas EGNA (Escala de Gaudibilidad para Niños y Adolescentes) y AUDIT (Cuestionario de Identificación de los Trastornos debidos al Consumo de Alcohol).
Resultados: el grupo con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol no mostró una media en el nivel de gaudibilidad (ni con los factores) diferente a la observada en el grupo con consumo no riesgoso de alcohol. Sólo el factor interés de la escala EGNA mostró una correlación negativa y significativa con el consumo riesgoso y perjudicial de alcohol, pero ésta fue muy baja.
Discusión y conclusiones: la investigación sugiere que el nivel de gaudibilidad en la adolescencia no es un factor de riesgo para que un adolescente presente un consumo riesgoso y prejudicial de alcohol. En futuras investigaciones se propone estudiar la relación entre la dependencia de alcohol y la gaudibilidad.
Palabras clave: consumo de alcohol, adolescencia, abuso de alcohol, factores de riesgo, disfrute.
INTRODUCCIÓN
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Informe sobre la situación mundial del alcohol y la salud 2018, señala que durante el 2016 el consumo nocivo de alcohol causó alrededor del 5.3% de las muertes a nivel mundial, agrega que el continente americano ocupa el segundo puesto con el número de muertes atribuidas al alcohol. En México, se ha encontrado que el inicio del consumo es alrededor de los 14 años de edad (Rodríguez-Puente et al., 2016; Sánchez-Huesca & Fernández-Cáceres, 2014). Por otro lado, se ha reportado una relación positiva entre el inicio temprano y el consumo excesivo de alcohol (Doumas et al., 2019). Datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Villatoro-Velázquez et al., 2017) indican que el consumo excesivo durante el último mes y el uso diario ha aumentado en los adolescentes mexicanos de entre 12 y 17 años de edad.
Según el modelo de Cooper (1994), el consumo de alcohol se puede deber a cuatro tipos de reforzamientos, dos negativos y dos positivos. Una persona puede beber alcohol para evitar o detener algún estímulo negativo interno (reducir o evitar algún síntoma del estrés o ansiedad), o externo (evitar el malestar derivado de la discriminación por parte de otras personas). Asimismo, una persona puede consumir alcohol para conseguir algún tipo de estímulo positivo externo (mayor aceptación por las otras personas) o interno (placer al consumir la droga). Esta última causa es la que tiene mayor interés en la presente investigación y cuenta con apoyo empírico, ya que Palacios-Delgado (2012) halló que 12.2% de los jóvenes mexicanos encuestados refirieron consumir bebidas embriagantes por motivos hedónicos.
En el presente estudio se toma en consideración que el alcohol posee efectos ansiolíticos (Cho et al., 2019; DeMartini & Carey, 2011; Skrzynski & Creswell, 2020), lo cual se propone para explicar la asociación descrita frecuentemente entre la ansiedad y el consumo de alcohol a modo de estrategia de afrontamiento. De modo que las personas que frecuentemente experimentan niveles de ansiedad elevados consumen alcohol para reducir la ansiedad, y de esta forma obtienen un notable cambio emocional (lo cual supone un importante reforzador negativo) de menor intensidad que en aquellas personas que no presentan ansiedad. De forma análoga, puede suceder que las personas que habitualmente disfrutan poco, al consumir alcohol experimenten un importante cambio en su estado emocional (un destacable reforzador positivo) que los hace más susceptibles al consumo patológico de alcohol. Nótese que en el estudio de Cho et al. (2019) se observó que tanto el refuerzo positivo como el negativo se asociaron con la dependencia de alcohol, aunque el refuerzo negativo mostró una asociación más fuerte.
Diversos estudios han utilizado técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética funcional y han encontrado que en la adolescencia hay una elevada sensibilidad a los estímulos con propiedades gratificantes (Barkley-Levenson & Galván, 2014; Braams et al., 2015; Galvan et al., 2006), por lo que el alcohol puede llegar a tener mayores efectos placenteros en esta etapa.
El Sistema de Recompensa se puede activar de dos formas, una activación natural mediante la satisfacción de necesidades de carácter biológico (como el comer o tener relaciones sexuales), y otra activación de carácter artificial, cuando se consumen ciertas sustancias que activen el Sistema de Recompensa. Hay que destacar que el consumo continuado puede alterar este sistema y ocasionar que actividades que habitualmente producen disfrute o placer de forma natural comiencen a tornarse poco placenteras o disfrutables para una persona (Volkow & Morales, 2015). De hecho, Le Moal & Koob (2007) señalaron que un consumo frecuente de drogas de abuso da lugar a una desregulación del sistema de control hedónico homoestático. Manna (2006) incluso sugirió que dicha desregulación es una condición que podría estar presente antes del consumo, es decir podría ser un factor que incrementa el riesgo de abuso de sustancias.
González et al. (2013) definen al disfrute como una emoción agradable, que activa la conducta y que surge cuando una actividad concreta se percibe controlable, y que de igual manera es valorada positivamente; mientras que Seligman y Csikszentmihalyi (2000) señalan que el placer es aquella sensación que ocurre cuando se satisface una necesidad homeostática. De acuerdo con Gómez-Hernández et al. (2020), se puede hacer una distinción entre placer básico y disfrute complejo, en la cual éste último se considera una evolución del básico, y por ello comparte parcialmente la misma base anatómica del placer básico. Pero el disfrute complejo se encuentra también regulado por estructuras superiores del neocórtex y por ello se considera más maleable, es decir susceptible de ser modificada -por ejemplo- por una intervención psicológica como la terapia de gaudibilidad (Padrós-Blázquez et al., 2014).
De acuerdo con Padrós y Fernández-Castro (2008) la gaudibilidad es el conjunto de moduladores del disfrute (complejo) que regulan las experiencias subjetivas del mismo, por lo que si una persona presenta mayor gaudibilidad tenderá a vivir de forma positiva las experiencias y situaciones de la vida, con mayor grado de intensidad, durabilidad y en mayor frecuencia. Según Padrós (2002) la gaudibilidad está compuesta por tres tipos de moduladores: las creencias y estilos cognitivos, las habilidades, y por último, el estilo de vida.
La gaudibilidad puede considerarse como un importante modulador del síntoma conocido como anhedonia, la cual se ha relacionado con el sistema de refuerzo que a su vez se asocia con las drogas de abuso (Koob & Le Moal, 1997; Koob & Schulkin, 2019), de modo que los bajos niveles de este modulador podrían ser parcialmente responsables de la presencia de anhedonia. Por ello, es importante estudiar la posible relación entre la gaudibilidad y el consumo de sustancias.
Se reportaron menores niveles de gaudibilidad en personas con dependencia de drogas ilegales (sin controlar el tipo de sustancia) en comparación con una muestra pareada (edad, sexo y escolaridad) de no consumidores (Padrós-Blázquez et al., 2011); sin embargo, debido al diseño de dicho estudio no se pudo saber si el nivel de gaudibilidad es bajo previo a la dependencia de las diferentes sustancias, o si se reduce después del consumo continuo.
Por otro lado, el estudio elaborado por Padrós-Blázquez y Martínez-Medina (2020) es la única investigación que compara el nivel de gaudibilidad entre adolescentes que han consumido alcohol y aquellos que abusan del mismo. Se encontró que adolescentes con un probable abuso de alcohol obtuvieron, aunque con un pequeño tamaño del efecto, una media en el nivel de gaudibilidad significativamente menor en comparación con los adolescentes sin abuso de alcohol. Sin embargo, en la investigación de Padrós-Blázquez y Martínez-Medina (2020) se utilizó una escala de gaudibilidad que sólo está adaptada para adultos, además carece de adecuada validez de constructo debido a que es unifactorial y conceptualmente la gaudibilidad es un conjunto de moduladores, es decir la escala debería ser multidimensional. Además en dicho estudio se evaluó el consumo de alcohol con un instrumento desarrollado para evaluar la ingesta de cualquier sustancia y en el presente estudio se utiliza una escala que se centra únicamente en el alcohol. Recientemente se elaboró la escala de gaudibilidad para niños y adolescentes (EGNA) que contiene cinco factores y por lo tanto es congruente con el concepto. Por ello, el objetivo de la presente investigación fue comparar el nivel de gaudibilidad (y sus factores) medido a través de la EGNA, entre adolescentes que presentan consumo de alcohol y aquellos con consumo riesgoso y perjudicial de dicha sustancia, así como estudiar la relación entre las puntuaciones de consumo riesgoso y perjudicial de alcohol y la gaudibilidad y sus factores.
MÉTODO
Participantes
En la presente investigación participaron 533 estudiantes de 13 a 18 años de edad de tres preparatorias y una secundaria del estado de Michoacán (México), sin embargo, 69 fueron eliminados porque no respondieron algunos ítems o contestaron con dos respuestas un mismo ítem. La muestra final se compuso de 464 adolescentes, de los cuales 249 (53.7%) fueron mujeres y 212 (46.3%) hombres. Los participantes mostraron una edad media de 15.99 (DE = 1.28) años
Instrumentos
Escala de Gaudibilidad para niños y adolescentes (EGNA) de Padrós-Blázquez et al. (2021a) diseñada para medir el nivel de Gaudibilidad en niños y adolescentes. Contiene 15 ítems (directos) tipo Likert con tres opciones de respuesta (Totalmente de acuerdo; Ni en acuerdo, ni en desacuerdo, y Nada de acuerdo) con valores de 2 a 0. Consta de cinco subescalas de tres ítems cada una, que miden; “Disfrute en Compañía” (α = 0,727), “Autoeficacia frente al aburrimiento” (α = 0,705), “Sentido del humor” (α = 0,741),“Imaginación” (α = 0,743), e “Interés” (α = 0,518). La consistencia interna del EGNA total también es aceptable dado que el Alfa de Cronbach de 0.794. Ha mostrado adecuadas evidencias de validez concurrente y discriminante. Puntuaciones elevadas indican alta gaudibilidad.
Cuestionario de Identificación de los Trastornos debido al Consumo de Alcohol (AUDIT, por sus siglas en inglés) el instrumento fue desarrollado por Saunders, et al. (1993), consta de validez transnacional, diseñado para detectar el consumo excesivo de alcohol y/o posible dependencia; que en población mexicana ha llegado a presentar puntuaciones de alfa de Cronbach que oscilan de 0.77 (Salazar-Garza et al., 2010) a 0.80 (Almaraz-Castruita & Alonso-Castillo, 2016). El AUDIT consta de 10 ítems, los cuales se dividen en tres dominios: Consumo de riesgo de alcohol (1. Frecuencia del consumo, 2. Cantidad típica, 3. Frecuencia del consumo elevado); Síntomas de dpendencia (4. Pérdida del control sobre el consumo, 5. Aumento de la relevancia del consumo, 6. Consumo matutino), y Consumo perjudicial de alcohol (7. Sentimiento de culpa tras el consumo, 8. Lagunas de memoria, 9. Lesiones relacionadas con el alcohol, 10. Otros se preocupan por el consumo)
Procedimiento
Se capturaron datos provinientes de cuatro escuelas michoacanas, una secundaria y tres preparatorias, respectivamente, mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia. Sólo se utilizó como criterio de inclusión ser estudiante de secundaria o preparatoria y no ser mayor de 18 años. Se conversó con las figuras de autoridad de cada institución, a fin de buscar su aprobación para aplicar las escalas en el plantel escolar. Una vez conseguido el permiso se administró la batería (datos sociodemográficos, AUDIT y EGNA, con una duración aproximada de 10 minutos) a los salones, en donde se les explicó a los estudiantes la naturaleza de la investigación, con la aclaración de que la participación era voluntaria y anónima. Posteriormente, se formaron dos grupos en función de las puntuaciones del AUDIT: con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol, y de consumo de alcohol sin riesgo.
Análisis estadísticos
Se utilizó el programa SPSS versión 20 para realizar los siguientes descriptivos: frecuencias, porcentajes, media y desviación estándar. Al considerar que las puntuaciones de la variable gaudibilidad se distribuyen siguiendo la ley normal (Padrós-Blázquez et al., 2021b), se utilizó la t de Student Fisher para comparar las medias entre los grupos y la r de Pearson para estudiar la relación entre las puntuaciones de las escalas y factores.
Consideraciones éticas
En primer lugar, el protocolo de la investigación fue revisado por el Comité de Ética de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH); posteriormente, el proceso de la captura de la información procedió en cinco fases. 1) Se solicitó al representante de autoridad de cada escuela su permiso para ingresar a la institución y administrar los instrumentos. 2) Se contactó al responsable del área de Trabajo Social, quien tiene el contacto de los padres del alumnado, para que solicitara la aprobación de la aplicación de la prueba a sus hijos. 3) Desde el área de Trabajo Social se les hizo llegar a los padres un formato de consentimiento informado que debían firmar si estaban de acuerdo con que sus hijos respondieran a las escalas. 4) Posteriormente, se le pidió a los estudiantes que aceptaron participar en la investigación, que marcaran de forma positiva el consentimiento informado que se encuentra en la parte de encima de la batería de la escala. 5) Por último, se confeccionó una matriz de datos de la información extraída de escalas, y éstas fueron guardadas con absoluta confidencialidad.
RESULTADOS
De los adolescentes encuestados sólo 143 (30.8%) nunca habían consumido alcohol, el resto, 321 (69.2%) refirieron haber realizado el primer consumo entre los 5 y los 18 años de edad (M = 13.78; DE = 2.31). Sólo se utilizó para hacer las comparaciones aquellos participantes que habían probado en alguna ocasión alcohol (n = 321). Un total de 120 (37.4%) mostraron puntuaciones en el Audit ( > 7) que sugerían con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol, 201 (62.6%) obtuvieron puntuaciones de no consumo riesgoso. El número de mujeres, 69 (57.5%) del grupo con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol no difirió (χ2(1) = 0.003; p = .960) del mostrado por el grupo sin riesgo (n = 115; 57.2%). Sin embargo, el grupo con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol mostró una media de edad (M = 16.42; DE = 1.21) superior (t(319) = 2.160; p = .031) a la del grupo con consumo sin riesgo (M = 16.11; DE = 1.25).
Respecto al objetivo principal, no se observaron diferencias entre los grupos ni en la escala total ni en ninguno de los factores (ver Tabla 1).
Por otro lado, solo se observó una correlación negativa, muy baja pero significativa, entre la puntuación total del AUDIT y el factor interés, el resto de correlaciones no fueron significativas (ver Tabla 2).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El presente estudio tuvo como primer objetivo comparar el nivel de gaudibilidad (y sus factores), entre adolescentes con consumo sin riesgo y con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol, lo cual puede tener relevancia porque podría suponer la identificación de posibles factores de protección para el consumo perjudicial de alcohol. Los resultados indican ausencia de diferencias en la puntuación total y en cada uno de los factores de la escala EGAM, lo que no coincide con lo reportado por Padrós-Blázquez y Martínez-Medina (2020), aunque el tamaño del efecto en dicho estudio resultó pequeño. Asimismo, en el estudio de Padrós-Blázquez y Martínez-Medina (2020) se utilizó la Escala de Gaudibilidad de Padrós (Padrós & Fernández-Castro, 2008), que carece de validez de constructo y no está adaptada para población adolescente. Sin embargo, en el presente trabajo se utilizó la EGNA (Padrós-Blázquez et al., 2021a), un instrumento elaborado para evaluar la gaudibilidad específicamente para niños y adolescentes, que ha mostrado adecuadas propiedades psicométricas y es multifactorial, es decir, congruente con el constructo de gaudibilidad. Además, en el artículo de Padrós-Blázquez y Martínez-Medina (2020) se utilizó la escala CRAFFT que evalua el consumo de cualquier sustancia (no solo alcohol, como el AUDIT).
Por otro lado, respecto al segundo objetivo que era estudiar la relación entre las puntuaciones de consumo riesgoso y perjudicial de alcohol (medido con el AUDIT), y la gaudibilidad y sus factores en cuatro subescalas y la puntuación total, se observó ausencia de relación y una correlación negativa y muy baja con el factor interés. De modo que los resultados sugieren que el nivel bajo de gaudibilidad no supone un riesgo para el consumo riesgoso y perjudicial de alcohol. Asimismo, dichos resultados no apoyan la propuesta de Manna (2006) que sugirió que la disregularización del sistema de control hedónico homoestático, el cual podría equipararse a bajos niveles de la gaudibilidad, podría ser un factor de riesgo para el consumo de sustancias, al menos en cuanto al consumo de alcohol. Aunque debe mencionarse que al hallar la correlación negativa entre la gaudibilidad y el factor interés, se debe ser prudente en la conclusión y no descartar que quizás el modulador específico Capacidad de interesarse, pudiera ser un factor de riesgo.
Es importante señalar algunas limitaciones del presente estudio. La primera se refiere a cómo se determinó la presencia o ausencia de consumo riesgoso y perjudicial de alcohol, que se realizó a partir de una sola escala, pues a pesar de que es un instrumento con adecuadas propiedades psicométricas y exclusivo para la detección de trastornos por uso de alcohol, sería deseable hacer uso de otros instrumentos o medios, como una entrevista en profundidad. Por otro lado, no se controló la presencia de comorbilidades que pudieran incidir en la gaudibilidad, como la presencia de sintomatología depresiva, el consumo o abstinencia de otras sustancias, etcétera.
En futuras investigaciones sería conveniente realizar el diagnóstico de trastorno por abuso de alcohol o la ausencia del mismo, a través de una entrevista estructurada. También mediante una entrevista sería posible obtener datos relevantes que no se controlaron en esta investigación, como cantidades ingeridas de alcohol, consumo de otras sustancias, presencia de comorbilidades, etcétera.
Debe referirse que una notable ventaja del diseño del presente estudio es que las escalas se administraron de forma anónima, lo cual favoreció la participación y redujo la defensividad, que puede ser elevada cuando se informa del consumo de sustancias (véase a Wombacher et al., 2022). Una fortaleza del estudio es que los grupos no diferían respecto a la distribución por género; sin embargo, el grupo con consumo riesgoso y perjudicial de alcohol mostró una media de edad mayor que el grupo con solo uso de alcohol. Cabe mencionar que no se observó correlación significativa entre la edad y la EGNA (Padrós-Blázquez et al., 2021a).
Con base en los resultados obtenidos, se concluye que un adolescente con un nivel de gaudibilidad bajo y un adolescente con nivel medio de gaudibilidad, presentan la misma posibilidad de presentar un consumo riesgoso y perjudicial de alcohol. De modo que a pesar de que el consumo de alcohol, como señala Cooper (1994), puede estar motivado por la obtención de placer, lo cual refiere más de 12% de los adolescentes (Palacios-Delgado, 2012), la disfunción de los moduladores para obtener disfrute (baja gaudibilidad) no se relaciona con el consumo perjudicial de alcohol. Es importante señalar que el presente estudio supone una de las primeras aproximaciones sobre la relación entre la gaudibilidad y el consumo de sustancias (en general), lo cual en un futuro podría tener una notable relevancia para la prevención e intervención en personas con consumo riesgoso o perjudicial de diferentes drogas.
FINANCIAMIENTO
El presente estudio se realizó con fondos propios, no se recibió financiación externa.
CONFLICTOS DE INTERÉS
No hay conflictos de intereses.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a los participantes y a las figuras de autoridad por permitir efectuar la investigación.
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